domingo, 20 de abril de 2014

Ella huele a mujer.

Ella huele a tostadas que abrían mis ojos. 

Al café negro que me despertaba. 

Ella huele a salsas que rociaban mi carne. 

Huele al vino que embriagaba mi mente. 

Ella huele a frutas jugosas que endulzaban mis ojos. 

Al sol que transpira por mis poros. 

Ella huele a la luna que plateó mi cabello. 

Ella es la mujer. 

La mujer que hoy no huelo.