Ella huele a tostadas que abrían mis ojos.
Al café negro que me despertaba.
Ella huele a salsas que rociaban mi carne.
Huele al vino que embriagaba mi mente.
Ella huele a frutas jugosas que endulzaban mis ojos.
Al sol que transpira por mis poros.
Ella huele a la luna que plateó mi cabello.
Ella es la mujer.
La mujer que hoy no huelo.