Esta
sombra siempre estuvo conmigo. Toda mi vida. Creció como yo. A veces está
adelante mío, otras veces atrás o a los costados y nunca me ha abandonado. Va
hacia adelante siempre, conmigo, con mis mismos sueños y esperanzas. Y como yo,
no se detiene nunca. Aprendí a quererla. Por eso he tomado una decisión: el día
que deba irse a otro lado no me despegaré de ella. La seguiré al infinito.
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