domingo, 18 de octubre de 2009

Infinitas gracias.

La niña le temía a las tormentas porque creía que el sol y el cielo celeste se iban muy lejos cuando las nubes grises los ocultaban. Su mamá, entonces, un día de mucha lluvia, la llevó al aeropuerto, subió con ella a un avión y, cuando llegaron volando a las nubes, le enseñó que del otro lado de ellas, el sol sigue estando y el cielo nunca se fue.

El niño le tenía miedo a la oscuridad en las noches cuando se quedaba solo en su cuarto. Su mamá, le regaló un pequeño perrito para que durmiera al lado de su cama, diciéndole que lo iba a cuidar siempre. El niño no volvió a tener miedo, aunque el perrito no podría, por ser tan chiquito, defenderlo ni siquiera de una mosca.

Los hermanitos creían que el cielo, de noche, en la ciudad en la que viven, siempre es negro, muy negro y sólo a veces aparece la luna. Su mamá, una noche sin luna los llevó lejos, al campo, y les enseñó que el cielo esta lleno de lucesitas que titilan y nunca se apagan.

La niñita sentía celos de su hermanito de pocos meses de vida. Decía que ella quería más a su muñeca. Su mamá, un día, le pidió que la ayudara a bañarlo, luego a darle de comer y le enseño a abrazarlo. El bebé, entonces, le devolvió el abrazo. Eso su muñeca no lo sabía hacer.

El pequeño iba a la escuela con un escudo que lo protegía. Su mamá siempre le decía que lo llevara con él aunque estuviera sano y fuerte. El niño lo siguió haciendo cuando creció; de adolescente, luego siendo joven, de mayor y hasta el día de hoy. Cuando sale de su casa todos los días, escucha la pregunta que su mamá le hace desde el cielo: ¿Llevás pañuelo?
Gracias, mamá, por recordármelo siempre.


2 comentarios:

  1. Las madres tenemos la palabra justa y precisa, calmamos las angustias de nuestros hijos, les espantamos sus miedos.... hasta los 12/13 años en que les parecemos patéticas, inmostrables y les damos verguenza....
    Que vamos a hacer? son cuestiones evolutivas lógicas.

    Saludos!

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