viernes, 3 de septiembre de 2010

Carta en Primavera.

Amado de mi alma:

Los días son más largos, los árboles recuperaron su color verde de distintos matices, las flores renacen con su aroma. Los grillos me cantan una canción de cuna en las noches; los pájaros me despiertan con su canto en las mañanas. El polen vuela en el aire, es un verdadero manjar para las abejas que han vuelto. El colibrí aletea enloquecido porque la Primavera llegó. La esperada estación prometida trajo su calor a mi piel, pero, mi dolor sigue, mi pecho parece estallar: tú, no regresaste.

La Familia reunida, la misma que me prometió tu vuelta en esta época, me dio la noticia; no volverás. Tú, el mejor, cumpliste con la misión que te encomendaron. Tus balas acribillaron al enemigo. Dejaste viudas llorando por sus hombres muertos. Hiciste del negro un color de moda, allá lejos, donde fuiste a hacer tu trabajo. Ni una bala te hirió, pero si, una perdida me hirió a mí. Me conoces, sabes de lo que soy capaz, la mujer que se ha atrevido a dormir en tu lecho, tiene los días contados. No imagina con quién se metió.

El arma que esta vez puso en mi mano la Familia, no fallará. Nadie, aquí, perdona una traición. A esa desgraciada, le volaré la cabeza con el consentimiento que ya tengo de todos. Yo, personalmente, rogué por ese derecho. Ahora la misión está en mis manos. La cumpliré con creces, amado mío, no habrá lugar en el mundo en el que puedas esconderte de mi ira. Te encontraré, a ti y a la condenada por mí.

Eres un hombre valiente, el más audaz de todos los de esta Familia, aunque sé, que en este párrafo de la carta, y que no debería asombrarte porque me conoces bien, has comenzado a temblar de miedo. No te preocupes, sin mi intervención ante la Familia y porque te amo con locura, eras hombre muerto, lo sabes, formas parte de esta comunidad. A ti te salvé. Perdonaré tu vida porque sin ti no vivo. Lo haré porque te llevaste la mitad de mi corazón. Perdonaré cada una de las noches que con ella has dormido; perdonaré tu infidelidad y cargaré toda tu culpa, en el cuerpo de la que, por un instante, te ha seducido. Ni aunque la metas bajo tierra la salvarás; no hay escapatoria fuera de este planeta.

Haz tu maleta, no olvides nada, regresarás conmigo a nuestro querido y pequeño pueblo y, ya no habrá misión alguna para ti. La Familia me lo ha prometido. Te hemos condenado a estar a mi lado, aquí, para siempre. Las próximas misiones las haré yo misma. Seré tan implacable como tú. El dolor en el pecho que siento cada vez que te vas, lo sentirás en el alma, cuando a mi me toque hacer el trabajo. Porque me amas, lo sé mejor que nadie. El estúpido desliz que has cometido, será una carga de culpabilidad en tu vida, sí, lo sabes; no me importa ese sentimiento eterno que tendrás, agradece que te he salvado la vida.

Amado mío, luz de mis ojos hoy ciegos de ira, la Primavera te recibirá con todo su esplendor. El perfume de las rosas de nuestro jardín, impregnará tu nariz y te acompañará en la noche cuando mi cuerpo recorras con tus labios. Caminaremos como siempre lo hacíamos por las callecitas del pueblo, disfrutando de cada clima, cada sol y cada luna. Si no lo recuerdas, te obligaré a hacerlo con toda la dulzura que tú sabes sólo tengo para ti.

Mi vida, cuando llegue a donde estás, y cumpla con mi misión que no tiene vuelta atrás, prepárate a lavar la sangre de mis manos, como siempre lo he hecho yo con las tuyas, para luego amarnos delante del espíritu de la condenada, y emprender juntos el regreso a nuestro hogar. Conmigo no se juega, por algo soy, la Reina de la Mafia.

Allá voy, por la mitad de mi corazón.

4 comentarios:

  1. Por algo le buscate ese nombre. Mujer testaruda, que traera de regreso a su hombre, pese a quien pese. Pero sólo así su promesa le devolverá a la mitad de su corazon.

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  2. ¿De donde sacaste a esa mujer? Creo que está equivocada, por mucho que mate a la otra, no puede obligar a nadie a que la ame y, si no lo mata a él, cada vez que la ame, realmente estará amando y recordando a la otra.
    Va a cometer un tremendo error, es fácil que el se canse de la otra, pero si la mata hará eterno su recuerdo y, eso no se puede matar.

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  3. Arancha, de mi imaginación saqué a esa mujer. Es terrible y posesiva. O se queda con ella o nada para él. Me encantó escribir esta historia. Gracias por los comentarios.

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  4. Que entretenida lectura la de tus cartas Ricardo..Me encanta como describes el paisaje..Y qué brava es ella..Pobre del que se tope con ella..
    Besotes del alma...

    Dime..ya se pasó esa expresión de ..NO SE HACER NADA...porque esto amigo mio..FABULOSOOO ES !!

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