sábado, 28 de febrero de 2009

No habrá paz.

Cuando en los concursos internacionales de belleza (Mis Mundo, Mis Universo, etc.) las "mises", absolutamente todas, formulan sus deseos concensuados de siempre: "Que haya paz en el mundo"; patrocinadores, organizadores del evento, presentadores, fabricantes de artículos de belleza, bolsos y carteras, ropa de alta costura, zapatos; dueños de cadenas de hoteles cinco estrellas, de compañias de cruceros y aerolíneas más un sin fin de personas involucradas en dicho acontecimiento, además de ganar fortunas, sienten que han tocado el cielo con las manos: le han dado al mundo un mensaje positivo y esperanzador.

A todos, lamento desilucionarlos. Nunca habrá paz en el mundo.

Desde el principio de los tiempos, desde que el hombre comenzó a caminar en dos patas, ha hecho la guerra. Desde los Kuravas y los Pandavas, en su lucha interior; desde que empezó a dudar y a desconfiar de si mismo y de todo, los humanos, no hemos parado de pelear. 
A través de los siglos, antes y después de Cristo, siempre hubo un motivo para desenfundar las armas. Aprendimos a querer lo que es del otro: la tierra, las riquezas y las mujeres como en Troya. Siempre hubo y habrá dictadores, o gobernantes de alguna potencia que apriete un botón que de la orden de atacar. Y no importa si después que ocacionó un desastre en otra nación admite que se equivocó, seguro que en su objetivo personal estuvo acertado. Lo hecho, hecho está. Siempre habrá fabricantes de armas, traficantes de esas armas y traficantes de otras cosas para las que se necesitan armas. 
Todos ellos también ganan fortunas, y como hombres que le inculcan a sus hijos la moral y las buenas costumbres, no sienten jamás que hayan tocado algo malo con sus manos, pero si lo hacen: el infierno. 

Sentimos los que vivimos en paz, que sí hay paz, pero en algún lugar del mundo no la hay. Si no es una guerra entre estados, será una interna, pero siempre algo que mate la esperanza ocurre en el mundo. Y no porque yo lo diga o parezca negativo, sino porque siempre es y ha sido así ¿o alguien me puede decir lo contrario?
La guerra del fuego, las guerras por la conquista de los continentes descubiertos, las guerras por la independencia, las guerras religiosas, la de los 100 años, las guerras para demostrar la superioridad de una raza, las guerras que han hecho dementes con el afán de conquistar el mundo, las de las internas del poder político, las de los militares que ambicionan esos poderes. Las guerras eternas entre estados vecinos.
Hoy, es la guerra por el petróleo, mañana será por el agua, las tierras de cultivo y pastoreo; por la riqueza de los mares y así hasta la conquista del espacio (la saga de "La Guerra de las Galaxias" es premonitoria). De allí en más no sé, mi imaginación no llega tan lejos.

A pesar de todo, pido que las "mises", divinas criaturas de Dios, sigan con su pedido de paz al mundo entero aunque a mi me parezca una utopía. Que todos nosotros lo sigamos haciendo en la Navidad; que todas las religiones lo pidan como sea y donde sea: en las iglesias y templos. Con abrazos a nuestros amigos, besos a nuestros hijos o haciendo el amor y quizá entonces, algún día ocurra un milagro.



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